La lactancia materna es un factor importante para atenuar algunos de los efectos negativos de la depresión

Las hormonas que se generan por la lactancia facilitan la crianza, debido al efecto de relajación que produce la oxitocina, llamada “hormona del amor”, y la prolactina, que facilita la producción de la leche.

Los efectos de ambas es lo que favorece un cuidado adecuado del bebé.

“Ayudar a las madres a seguir amamantando puede mejorar su bienestar y su satisfacción, lo que puede redundar en una mejor interacción con sus bebés... una madre deprimida tiende a interpretar la inquietud de sus bebés cuando tienen hambre como un rechazo hacia ellas o hacia su leche”, mencionó Tesone.

¿Cómo detectarla?

Tanto en el posparto inmediato, como en un chequeo posterior de la madre, incluyendo una evaluación sobre cómo fue su iniciación para la Lactancia Materna, el profesional de la salud que tiene bajo su responsabilidad la atención a las madres debe profundizar también en su historial de lactancia, ya que mediante esto se podría descartar la existencia de una alteración tiroidea, así como de otros padecimientos que puedan estar favoreciendo un cuadro depresivo y que no necesariamente están relacionados con el amamantamiento.

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